Y así fue como salió esta ruta sin rumbo establecido. La única idea clara era visitar Taganana durante el invierno y, una vez abajo ver qué nos encontrábamos al acabarse la carretera que lleva a Almáciga. Gracias a Sergio y su necesidad por descubrirnos sitios nuevos cuando salimos en bici, ni si quiera llegamos a a la playa, sino que justo en la entrada de Taganana nos desviamos hacia la izquierda. Después de un par de rampas llegamos hasta el caserio de Auchones, un lugar entrañable e increíble, que quizás sino hubiéramos bajado con la gravel no nos hubiéramos atrevido a ir.
En la subida hacia La Laguna, teníamos una sorpresa para nuestros compañeros, "la carretera fantasma". Un trozo de carretera que ha quedado enterrada por la laurisilva al ser sustituida por la carretera general. Con algunos tramos en los que hay que cargar la bici al hombro, llegamos hasta la cortada de El Pico del Inglés.
La bici de gravel en Anaga sin duda da de sí. Aún quedan caseríos por visitar. ¿Se animan?